martes, 19 de mayo de 2009

La Sagrada Familia Catedral (Barcelona)

AL GRAN ARQUITECTO



Hoy vi tus altas cúpulas atravesando el cielo
… y vi las décadas de tu trabajo, Gran Arquitecto,
y tu empeño fanático y tu devoción al clero,
… que consumió tu vida y a tu fantástico proyecto.

Hoy vi a las gentes de todos los lares del mundo
mirando hacia el cielo, admirando tu obra maestra.
Muchos con llanto en los ojos, otros con gesto profundo
demudados y mudos, por tu genialidad siniestra.

Hoy vi en la gente, caudales de angustia.
Mis ojos de poeta admiraban tus hiedras
reflejando, Arquitecto! tus tantas hojas mustias
en tus columnas arbóreas talladas en piedra.

Hoy vi, gran maestro tu obra infinita, tus moldes,
una locura imposible, un sueño, casi… sin razón.
Hoy la gente mira tus piedras con formas de robles
mientras que yo pienso en tu diabólica religión.

Vi cómo a la oscuridad del templo la llenaste de luces
de ventanas y escaleras ocultas con gran maestría
invocaste al sol y desafiaste a las sombras precoces
iluminando al mundo del arte en tu genial fantasía.

Maestro,… ¿qué fue? ¿qué pasó por tu mente de genio?
Acaso no pudiste sentir el pasar los años?
No te enteraste del hambre que pasaba tu pueblo?
Adónde querías llegar maestro! con tus mil peldaños?

Arrancaste del suelo esas rocas Catalanas
y las llevaste al cielo, para dejarlas solas.
Llevaste a la cumbre tu ambición y credo.
Estabas loco! Maestro!... y lleno de miedo.

¿Qué buscabas?... una paga masónica de los pedreros?
Una señal del cielo?... tal vez un mensaje divino?
o la admiración humilde de beatos peregrinos?
… o atraer a la gente… por treinta dineros.

Hoy vi Maestro el futuro que trajiste del pasado,
vi también tu imagen,… haraposo y maltrecho,
acaso esperabas una señal de Dios, en tu rostro cansado
o un mensaje divino para tu pequeño lecho.

Artesano de escuadra, compás y mandil,
diseñaste tu templo para acoger a tu familia sagrada,
estabas tan solo Gaudí… con tu figura cansada
esperando no acabar nunca tu Logia febril.

Te acompañaste de pájaros, árboles, santos y figuras,
te acompañaban las sombras de tu arte colosal
pero estabas solo,… como ruinosas sepulturas
abandonadas y presintiendo, lo inevitable y fatal.

Hoy vi que estabas loco, Gran Arquitecto.
Hoy vi un desfile de gente, que nada entendía.
Hoy vi que entenderte y entender tu proyecto,
es igual que entender una satánica y trágica poesía.

Te saludo sin haber podido medir tu altura.
Saludo al siglo de tu obra,… que hoy desearías ver atento.
Te saludo Maestro, aún reprochando tu talento.
¡Te saludo! aún sabiendo, que saludo a tu locura!



(Claudio Fernandez Mora "Tristezas con dueño")

Abril 2004
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1 comentario:

Anónimo dijo...

hermosa poesia. Yo la visite y se lo quiere decir el escritor.
Estrella (del Sur)